Estudié la Licenciatura de Ciencias Físicas en la Universidad de Cantabria y cuando estaba en el último curso empezó a inquietarme el futuro. Busqué el consejo de una profesora que para mí fue un referente, Laura Cayón, y me aconsejó estudiar el CAP (que ahora se llama Máster de Profesorado), ya que me gustaba la docencia. Mientras cursaba esos estudios en la Universidad Complutense de Madrid, me dediqué a dar clases particulares en niveles de ESO y Bachillerato, para no seguir siendo una carga para mi madre.
Lucía: A día de hoy, ¿has cumplido alguno de tus sueños?
¿Alguno? Creo que todos, sobre todo el más importante para mí que era formar una familia con aquel chico que conocí en el instituto y que ha sido mi compañero de viaje todos estos años. Estudiar y finalizar con éxito la carrera que había elegido, tener un buen trabajo y vivir en un pueblo, fueron otros objetivos que se fueron cumpliendo posteriormente.
¿Tuviste alguna dificultad siendo mujer para tener el trabajo que tienes hoy en día? ¿A día de hoy sigues teniéndolas?
No he tenido ninguna dificultad. En el mundo de la educación la figura de la mujer está muy valorada, tanto como la del hombre.
Tampoco hay diferencias salariales. Todos tenemos un sueldo proporcional a las horas que trabajamos, independientemente del sexo.
¿Tuviste las mismas oportunidades durante tu carrera de Físicas que tus compañeros masculinos? ¿Quisiste dejarla alguna vez?
Durante mi etapa en la universidad éramos muchos los estudiantes que empezamos los estudios de Física, aunque menos de la mitad los terminamos. Apenas he tenido dificultades por ser mujer, aunque recuerdo una asignatura en la que el profesor hizo bastantes diferencias entre mi compañero y yo en un trabajo que realizábamos en pareja, pero es anecdótico. Tengo muy buenos recuerdos de los años que pasé en la universidad y nunca pensé en abandonar.
Yaiza: ¿Cómo ha sido tu maternidad siendo profesora?
El convenio de la educación pone las cosas fáciles para las profesoras que se quedan embarazadas. Tenemos diferentes opciones a la hora de incorporarnos tras la maternidad. Con mi primera hija me incorporé al trabajo tras seis meses de baja y, con la segunda, me cogí un año de excedencia.
La conclusión final que saco es que, en mi caso, lo mejor es encontrar el equilibrio entre el trabajo y la maternidad, sin dedicación plena a una sola de ellas.
¿Te has sentido discriminada por ser mujer?
Como comenté antes, solo he vivido una experiencia con un profesor y ha sido un caso aislado.
¿Cómo compaginas tu vida familiar y laboral?
Pues teniéndolo todo muy organizado. Tengo ayuda en casa, y por eso puedo compaginarlo bien, pero por las tardes intento trabajar cuando mis hijas están haciendo los deberes y así poder disponer de tiempo libre todas a la vez.
Alejandro: ¿Todavía sigues estudiando?
Sí, el profesorado debemos estar en continua formación. Hacemos cursos para actualizarnos, bien sean propuestos por el colegio o escogidos por cada uno.
¿Qué piensa tu familia del tiempo que le dedicas al trabajo?
Ellos creen que le dedico demasiado, que debería desconectar del trabajo desde el momento en el que llego a casa. Pero siempre surgen cosas que requieren cierto tiempo de dedicación, que a lo mejor no se han podido tratar durante la mañana, y desde la tranquilidad de mi casa, me gusta trabajarlas.
Si preguntásemos a alguien de tu entorno más cercano. ¿cómo te describiría?
Creo que dirían que soy una persona responsable, optimista, emprendedora y con sentido del humor.
¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son tus aficiones?
En mi tiempo libre me gusta pasar tiempo de calidad con mi familia y amigos. Me encanta jugar al pádel, esquiar, correr y también saco tiempo para ir al gimnasio.