Historia


70 años del Colegio San Antonio de Santander (1948 – 2018)

En 1956 se publicó una memoria escolar del Colegio-Escolanía San Antonio de Santander sobre sus primeros ocho cursos de andadura (1948-1956). D. Ignacio Romero de Raizábal, maestro de novicios de la V. O. Tercera Franciscana definía al centro como “un milagro de San Antonio”.  En sus propias palabras “Un padre joven y modestamente ambicioso, empezó hace ocho años a enseñar a leer y a cantar a quince niños, hijos de pescadores. Alegremente, como en broma. Muy a lo franciscano.”  Una obra que comenzaba “…sobre la marcha…”.

Partiendo de unos inicios muy modestos, el fundador y director P. Jacinto de Fontanil (Emilio Lozano Mateos),  dirigió su atención hacia los niños más pobres, que en aquella época había muchos, con el fin de lograr que su formación fuese completa y eficaz. El sostenimiento del colegio corría a cargo de donativos de suscriptores, del Pan de los Pobres, de aportaciones voluntarias y de la Comunidad Capuchina.

Este curso cumplimos 70 años. Por tanto, lo primero que debemos hacer es reconocer el camino recorrido y constatar que muchos de nuestros estudiantes impregnan ya el tejido social de nuestra Comunidad y ocupan puestos de responsabilidad en sus quehaceres. Esto nos llena de orgullo y de confianza en un trabajo bien hecho pero que, sin duda, siempre será mejorable.

Tras décadas de historia, hoy en día somos un Colegio que imparte los cuatro cursos de Educación Secundaria Obligatoria, siendo un  referente en la atención a la diversidad. Para ello, además de utilizar metodologías inclusivas en el aula ordinaria, contamos con un aula de Apoyo a la Integración, atendida por profesores de Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica. Por otro lado, el Centro ha cedido unos espacios a la asociación APTACAN para ubicar en ellos un  Aula Integrada de Educación Especial que escolariza a alumnado con trastorno de espectro autista. Con esto, lo que se pretende es integrar físicamente un Aula de Educación Especial en un centro ordinario; realizar actividades conjuntas que mejoren la sociabilidad, la comunicación y la inclusión y diseñar proyectos que favorezcan la mejora educativa de manera bidireccional.

Nuestra diversidad la hemos tomado como seña de identidad. Hay que tener en cuenta que no todos los alumnos alcanzan las destrezas propias de la edad o del curso en que están matriculados al mismo tiempo; muchos jóvenes presentan dificultades académicas o complejas situaciones personales que  les abocan al abandono escolar o la exclusión social. Nosotros, conscientes de esta realidad, tratamos de subsanar esta situación, no ofreciendo a todos lo mismo, sino a cada uno lo que necesita. Este apoyo a la diversidad y nuestra austeridad a la hora de utilizar los limitados recursos de los que disponemos, están íntimamente vinculados al carácter franciscano de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.

Muchos han sido los alumnos, muchos los profesores y muchas las personas vinculadas a nuestro colegio durante estos 70 años de vida. Todos de alguna u otra manera han dado forma y contenido a un proyecto milagroso que aspira modestamente a su continuidad, a seguir dando a la sociedad el mismo servicio que impulsó su creación. Para ello contamos con la persona que ha sido seña de identidad del Colegio San Antonio durante  los últimos 34 años, el Director General Padre Miguel Fuente Carracedo que, con una labor callada pero tremendamente eficaz ha conseguido mantener esta ilusión en pie durante tantos años. Nuestro agradecimiento a su entrega y bien hacer.

Ignacio Romero terminaba su artículo diciendo “…a San Antonio parece que le gusta hacer los milagros así, sencillamente, como quien no quiere la cosa, aunque se trate de aparentes y complicados imposibles.” Sin duda es un honor poder decir que 70 años después sus palabras siguen vivas.



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